La mayoría son azotados y a uno le quemaron la moto en la que pretendía huir.
Los gritos de una joven a la que acababan de robar y golpear en el parque La Virgen volcaron a la calle a varios vecinos del barrio Villa Oriente, en Villavicencio.
Eran las 9:30 de la noche del viernes 4 de mayo. Los delincuentes -dos hombres que intimidaron a la mujer con una pistola de gas y le arrebataron su celular- intentaron huir en un taxi que los esperaba.
Solo uno lo logró. El otro, no mayor de 22 años, cayó en manos de la turba enfurecida, que lo desnudó y lo amarró a un poste. Lo que vino después fu e una descarga de furia colectiva.
Llovieron puñetazos, patadas, cachetadas y humillaciones. Incluso, un familiar de la víctima, preso de la ira, agarró una correa y lo castigó. "Le dimos tan duro que rogaba la presencia de la Policía", relató el hombre.
El caso de este ladrón es uno de al menos seis ocurridos entre mayo y junio. Además de Villa Oriente, hay registros en La Alborada, San Carlos, la Villa Olímpica y el Centro. La historia de la que más se habla ocurrió en el sector de Cantarrana, en donde la gente no se quedó contenta con agarrar al ladrón, sino que además le quemó la moto en la que pretendía escaparse (foto). "Para acabar con los ladrones nos toca así, darles duro para espantarlos", dijo un comerciante. A esos casos se suman otros dos más crudos, en los que los cacos recibieron disparos. Uno murió en medio de la reacción de un mayor del Ejército y el otro quedó herido, pese a los cuatro impactos que le propinaron en la espalda cuando intentaba quitarle el bolso a una mujer cerca del cementerio.
Y es que no se trata de casos fortuitos. En el barrio Popular, por ejemplo, los habitantes se han armado de bolillos y machetes para enfrentar a los delincuentes que hacen de las suyas casi a diario, dice la comunidad.
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